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Una nueva antena parabólica ayuda a las comunicaciones de la NASA

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La nueva antena es parte de un proyecto en curso para aumentar la capacidad de la Red del Espacio Profundo, que actúa como una especie de central de comunicaciones interplanetarias, y es la decimocuarta de la red.

La familia de antenas de satélite gigantes de la NASA tiene un nuevo y poderoso miembro. Estas antenas permiten a los ingenieros y científicos en la Tierra comunicarse con el creciente número de naves espaciales que exploran nuestro sistema solar.

Llamada Estación del Espacio Profundo 53 (DSS-53, por sus siglas en inglés), esta antena de 34 metros (111 pies) de diámetro es parte de la Red del Espacio Profundo (DSN, por sus siglas en inglés) de la NASA. La antena ya está en funcionamiento en las instalaciones de la red en las afueras de Madrid, España, y es una de las tres estaciones terrestres de este tipo en todo el mundo. La estación de Madrid está gestionada en nombre de la NASA por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, la organización nacional de investigación española. Para conmemorar el debut de la antena, el rey Felipe VI de España asistió a la ceremonia de inauguración el 16 de marzo junto con funcionarios y dignatarios de la NASA de España y Estados Unidos.

“La NASA se siente honrada y halagada de que el rey reconozca este importante hito acompañándonos en la estación de Madrid. Su inauguración de la antena de la Estación del Espacio Profundo 53 destaca la colaboración crítica e histórica entre el Reino de España y Estados Unidos que, por medio de la Red del Espacio Profundo, continuará permitiendo a la humanidad explorar los cielos durante muchos años”, dijo Badri A. Younes, administrador asociado adjunto de Comunicaciones Espaciales y Navegación (SCaN, por sus siglas en inglés) en la sede de la NASA.

Administrada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California para (SCaN), la DSN permite a las misiones rastrear, enviar órdenes y recibir datos científicos de naves espaciales lejanas. Ahora, con 14 antenas operativas, la red actualmente apoya alrededor de 40 misiones y se espera que respalde otras 40 misiones más que serán lanzadas en los próximos años.

Crecimiento de la red

Con tantas misiones para apoyar ahora y en el futuro, la NASA comenzó un proyecto para expandir la DSN hace más de una década. DSS-53 es la cuarta de las seis nuevas antenas de guía de ondas de haz  que la agencia está añadiendo a la red. Cuando se complete el proyecto, cada estación terrestre —Madrid, junto con una en Canberra, Australia, y otra cerca de Barstow, California— tendrá un total de cuatro antenas de este tipo. Juntas, las cuatro antenas son capaces de respaldar la masiva y poderosa antena de 230 pies (70 metros) de diámetro de cada sede. Las tres estaciones terrestres de la DSN están espaciadas casi uniformemente alrededor del mundo, por lo que la red nunca pierde de vista las misiones a medida que la Tierra gira.

Las nuevas antenas significan una mayor capacidad para recibir información en la Tierra, como las imágenes del misterioso asteroide Psyche que serán adquiridas por la misión del mismo nombre; o los datos de la próxima misión Europa que revelarán si la helada luna de Júpiter tiene la capacidad de mantener la vida tal como la conocemos.

“Esta nueva antena añade un 8% más de capacidad a la red. Esto quiere decir un 8% más de investigación científica, algo realmente significativo”, dijo Bradford Arnold, gerente del proyecto DSN en el JPL.

La antena DSS-53 actuará como un “caballo de batalla” capaz de comunicarse en las frecuencias más comúnmente utilizadas por las naves espaciales de la NASA. Su construcción comenzó en el año 2016. Un complicado proceso de puesta en marcha de dos años incluyó una fase de semanas de duración en la que los ingenieros y técnicos ajustaron individualmente cada uno de los 300 paneles reflectores de la antena parabólica, a menudo con tan solo un cuarto de vuelta de tornillo, para optimizar su rendimiento.

La nueva antena sigue a DSS-56, que entró en línea en España a principios de 2021, haciendo que la instalación de Madrid sea la primera en haber completado su construcción como parte de los esfuerzos para mejorar las antenas de la NASA. La quinta antena nueva en los esfuerzos, DSS-23, está en construcción en la instalación Goldstone de la red en California; y se espera que entre en funcionamiento en 2025. La sexta antena estará en la instalación de DSN en Canberra, que fue el lugar de las dos primeras antenas del proyecto, que fueron completadas en 2014 y 2016.

Más sobre la Red del Espacio Profundo

El precursor de la DSN fue constituido en 1958, cuando el Ejército de Estados Unidos contrató al JPL para desplegar estaciones de rastreo de radio portátiles en California, Nigeria y Singapur para recibir telemetría del primer satélite estadounidense exitoso, el Explorer 1.

Poco después de que el JPL fuera transferido a la NASA ese mismo año, el programa espacial civil estadounidense recién formado estableció la Red del Espacio Profundo para comunicarse con todas las misiones en el espacio profundo. Ha estado en operación continua desde 1963 y sigue siendo la columna vertebral de las comunicaciones en el espacio profundo para la NASA y las misiones internacionales, apoyando eventos históricos como los aterrizajes del Apolo en la Luna y estableciendo comunicaciones con nuestros exploradores interestelares, Voyager 1 y 2.